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08/03/2005 -
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DE MARZO DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA LA
VERDAD Y LA FALSIFICACIÓN BURGUESA ASÍ SE ESCRIBE LA HISTORIA “El
8 de Marzo de 1.908, un grupo de mujeres se reunieron en la fábrica textil
Cotton de Nueva York para declararse en huelga. El dueño las encerró con llave
y prendió fuego al edificio: murieron 129 mujeres. Las telas que fabricaban
eran de color violeta, por eso desde entonces este color se convirtió en un símbolo
de la lucha de la mujer por sus derechos” Esta
es la versión más extendida de la falsificación de la realidad histórica del
8 de Marzo. En otras versiones el color violeta proviene del color del uniforme
que, supuestamente, estaban obligadas a llevar las obreras del textil. Y en
otras el incendio ocurrió en el año de 1.910, algunas versiones se retrotraen
al año 1.857, con el objetivo de hacer más difícil la investigación histórica
pues suponen que hay menos documentos para su corroboración o desmentido. A
pesar de todo en algunas ocasiones la prensa burguesa ha declarado la falsedad
del mito. Pero las necesidades de clase se imponen por encima de las
consideraciones a la verdad, y no es sólo por ignorancia. “El
8 de Marzo de 1.908 –fecha que se toma como referencia para la celebración
del Día Internacional de la Mujer- no hubo ningún incendio en ninguna fábrica
textil de Nueva York. Tampoco perecieron en él, como se suele contar 156
mujeres. Y tampoco ocurrió en 1.857 ni en 1.910” La
leyenda del mítico incendio es una falsificación deliberada por parte de las
feministas burguesas con el único fin de engañar y manipular a las mujeres
trabajadoras. Un intento de las mujeres burguesas de poner bajo su control a las
trabajadoras para dividir al proletariado y al tiempo conseguir una masa de
maniobra para luchar contra los hombres burgueses por una mayor parte de la
plusvalía arrancada a todo el proletariado. El
8 de Marzo de 1.908 no hubo ningún incendio en ninguna fábrica textil de Nueva
York. Ese día era domingo, día de descanso, y por esa razón es absolutamente
imposible que se reunieran y declararan en huelga dentro de los recintos de la fábrica.
En esas fechas no se desarrolló ninguna huelga ni manifestación. Tampoco se
incendió nunca, que se sepa, una fábrica de nombre Cotton. Cogidas in fraganti
las feministas cambian de fecha y dicen que sucedió en 1.910, pero esto también
ha sido demostrado que es completamente falso. Nuevamente las burguesas continúan
en su intento de falsificación y declaran que ocurrió en 1.857, porque será más
difícil demostrar su falsificación, y nuevamente las falsificadoras quedan en
evidencia, ese día también era domingo y no hubo ningún incendio ni ninguna
huelga ni manifestación. También es falso que las obreras del textil
estuvieran obligadas a llevar uniforme de color lila o que trabajaran telas de
color violeta. LA
VERDADERA HISTORIA DEL 8 DE MARZO “Sería
un enemigo del proletariado quien le halagase, el que construyese para adularle
falsas leyendas pseudo-revolucionarias, tan criminal como el cartógrafo que
trazase mapas embusteros para los navegantes del mañana”. La
situación de la mujer fue objeto de diversas consideraciones por parte de los
filósofos de la Ilustración y de los ideólogos de la nueva clase ascendente,
la burguesía. Como continuación de esas preocupaciones los socialistas utópicos
dirigieron su atención hacia la llamada cuestión femenina. También algunas
mujeres de carácter lucharon por sus derechos contando con la simpatía de la
mayoría de la opinión revolucionaria de la época. Pero
hasta la aparición en la escena histórica del Partido Comunista, del partido
del proletariado de la industria y los servicios, con los escritos de Marx y
Engels no existió una concepción científica sobre la historia y la situación
de la mujer en las diferentes sociedades de clase, y más concretamente de la
situación de la mujer trabajadora en el Capitalismo. Fue el libro del padre de
la socialdemocracia alemana August Bebel titulado “La mujer y el socialismo”,
publicado en 1.879, el que presentaría para varias generaciones Comunistas la
concepción proletaria sobre esta cuestión. Del libro se vendieron decenas de
miles de ejemplares, en 1.910 se publicó la edición número 50, y fue
traducido a la mayoría de los idiomas europeos, donde también su publicaron
numerosas reediciones. Como
consecuencia de la preocupación del Movimiento Comunista hacia la cuestión de
la mujer, se desarrollo el Movimiento Alemán de Mujeres Socialistas, animado
sobretodo por Clara Zetkin, que sería la líder indiscutible de este
sector de la actividad Comunista, el periódico que dirigía dedicado a las
mujeres trabajadoras, Die Glechheit (La Igualdad), alcanzaba los 125.000
ejemplares de tirada. Precisamente, a iniciativa de Clara Zetkin se aprobó
en la 1ª Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada de
manera paralela al Congreso de la IIª Internacional celebrado en Sttutgart en
1.907, una resolución que instaba a todos los Partidos Comunistas a realizar
una campaña a favor del voto para la mujer. Y
recogiendo esta resolución el Partido Socialista Americano decidió en su
Congreso celebrado en Chicago del 10 al 17 de mayo de 1.908 celebrar un Woman´s
Day el último domingo del mes de febrero de 1.909, día 28 de febrero, aunque
en Chicago se adelantó al día 31de enero. En el año 1.910 volvió a
conmemorarse el último domingo de febrero, día 27. En ese año de 1.910 el
Partido Socialista Americano encargo a sus delegadas a la 2ª Conferencia
Internacional de Mujeres Socialistas a celebrar en agosto en Copenhage que
propusieran el último domingo de febrero como Día Internacional de la Mujer
Trabajadora. El Woman´s Day siguió celebrándose el último domingo de febrero
hasta 1.914. La
2ª Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas aprobó la realización
en todos los países de un día dedicado a la exigencia del derecho al voto para
las mujeres pero sin precisar una fecha concreta. Las alemanas eligieron el día
19 de marzo de 1.911. En 1.913 se celebró el 2 de marzo al igual que en Rusia.
Fue en el año 1.914 cuando por primera vez se realizó la celebración el día 8
de marzo en Alemania, Suecia y Rusia, a propuesta de las Comunistas alemanas. En
Rusia el movimiento de las mujeres socialistas fue impulsado de manera especial
por Nadezhda Krupskaya, compañera de Lenin, Inessa Armand y Alexandra
Kollontai. La conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora
se realiza por primera vez el 17 de febrero de 1.913 según el calendario
ortodoxo (2 de marzo en el calendario occidental). Los Bolcheviques publicaron
Rabonitsa (Mujer Obrera) como revista especial para las obreras el mismo
día de la celebración del año 1.914 (23 de febrero-8 de marzo). Rabonitsa dejó
de publicarse en junio de ese año al ser arrestada su redacción por la policía
zarista. Las mujeres Bolcheviques siguieron celebrando en reuniones clandestinas
y mediante la difusión de proclamas el Día Internacional de la Mujer
Trabajadora durante los años de la guerra imperialista, a pesar de la represión
existente en Rusia. También
hay que recordar que fue la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas celebrada
en Berna, Suiza, el 15 de Marzo de 1.915, la primera manifestación
internacional contra la guerra imperialista, conferencia precursora de las
de Kienthal y Zimmerwald donde los internacionalistas se unirían, aun
con diferencias importantes, en contra del capitalismo y de la guerra. Para
el año 1.917, las mujeres Bolcheviques rusas tenían muy presente la
conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La situación
en Rusia después de tres años de guerra imperialista con las secuelas de
millones de muertos era realmente desesperante. La falta de pan, de comida, para
los trabajadores explotados hasta las medulas completaba una situación
angustiosa para toda la clase obrera, para todo el proletariado. El día 23 de
febrero (8 de marzo según el calendario occidental) la situación se agravó.
Después de esperar desde la madrugada en filas para conseguir la ración de pan,
las mujeres de Petrogrado vieron que en muchos sitios se les negaba la más
mínima ración. La indignación creció hasta el paroxismo y los asaltos a las
panaderías y a los almacenes de alimentación se extendieron a toda la ciudad.
Enterados los trabajadores abandonaron las fábricas declarándose en huelga y
uniéndose a las mujeres en los disturbios. Fue el final de una dinastía
milenaria. La revuelta se extendió a toda Rusia y a los pocos días el Zar
renunciaba a su trono. El
8 de Marzo de 1.917 las mujeres trabajadoras derribaron un régimen que dominaba
un sexto del planeta y una décima parte de la población mundial. Es
más o menos conocido por todo el mundo la continuación de la historia. Tras
varios meses de gobiernos burgueses asesinos de los trabajadores la llamada
Revolución de Febrero (ocurrida en realidad el 8 de marzo) dio lugar a la
Revolución Comunista de Octubre (ocurrida
en realidad el 7 de noviembre). Aunque la Revolución de Febrero sólo fue el
advenimiento de gobiernos capitalistas, la Revolución de Octubre hubiera sido
imposible sin ella. Tras
la toma del poder por el Proletariado Internacionalista en Rusia se proclamó la
constitución de la Internacional Comunista en 1.919. Durante el 2º
Congreso se organizó de forma paralela la 1ª Conferencia Internacional de
Mujeres Comunistas creándose la Secretaría Internacional de Mujeres
Comunistas cuya primera presidenta fue Inessa Armand y tras su muerte
Clara Zetkin siendo subdirectora Alexandra Kollontai. Durante el
Tercer Congreso de la Internacional Comunista, celebrado en junio de 1.921, se
celebró la 2ª Conferencia Internacional de Mujeres Comunistas, donde
las mujeres búlgaras propusieron que en adelante se celebrara el Día
Internacional de la Mujer Trabajadora el día 8 de Marzo como homenaje a la
participación de las mujeres rusas en la Revolución proletaria. El
8 de Marzo pertenece a los hombres y a las mujeres explotadas por el capitalismo.
El 8 de Marzo es el Día de la Mujer Trabajadora, de la mujer explotada,
no es el Día de la Mujer Burguesa, de las empresarias, capitalistas y
profesionales emprendedoras, no es el Día de la Mujer Explotadora. Es el
día en que todo el Proletariado rinde homenaje a las Proletarias en lucha
contra el Capital y, por tanto, también contra las mujeres capitalistas,
prestando especial atención a los problemas que afectan a este sector de
nuestra clase. UN
APUNTE HISTÓRICO SOBRE EL FEMINISMO BURGUÉS El
feminismo burgués, a partir de ahora simplemente el feminismo pues las mujeres
trabajadoras nunca han sido feministas y se han enfrentado siempre a las
feministas, ha tejido toda una serie de mitos sobre su historia presentándose
como un movimiento democrático y atribuyéndose la conquista de los derechos de
todas las mujeres, desde el derecho al voto al derecho al aborto, para mejor
poder dominar a las mujeres trabajadoras para sus propios fines. Siempre
cuentan como algunas feministas apoyaron en EE. UU. el movimiento
anti-esclavista. Pero la realidad es mucho más compleja. Es necesario saber que
se podía estar en contra de la esclavitud y ser al mismo tiempo un auténtico
racista. De hecho muchos de los anti-esclavistas lo eran por racismo: querían
devolver a los negros a Africa para no tener que encontrarse con seres
inferiores por la calle. En
junio de 1.866 se aprobó la Decimocuarta Enmienda a la Constitución americana
que concedía “el derecho a voto a todo varón residente en cualquier Estado,
que tenga veintiún años y sea ciudadano de los Estados Unidos”. Estaba
destinada a impedir leyes que discriminaran a la población de color. En 1.868
se aprobaba la Decimoquinta Enmienda aún más explícita: “El derecho de los
ciudadanos de los Estados Unidos a votar no será negado o limitado por los
Estados Unidos o por cualquier Estado, sobre la base de la raza, color o previa
condición de servidumbre”. Las
feministas protestaron y agitaron contra estas Enmiendas. Ellen Carol Dubois
escribe: “Las objeciones a la Decimoquinta Enmienda eran a la vez feministas y
racistas....ese feminismo era progresivamente racista y elitista. Las mujeres
entre las que estaba creciendo el movimiento sufragista eran blancas y de clase
media (burguesas) y se consideraban los seres superiores social y culturalmente
entre los hombres libres”. Demandaban el derecho al voto por considerarlo
“un privilegio” que debía ser otorgado a las mujeres blancas por su
“innata pureza”. Y cuanto más radical se volvía el feminismo más racista,
elitista y aristocrático se manifestaba: “estamos defendiendo lo mejor para
las madres de nuestra raza”. Si
pasamos de EE. UU. a Europa el panorama del feminismo es igual de desolador. En
numerosos países el derecho al voto estaba restringido a los propietarios con
cierto nivel de riqueza y las sufragistas luchaban para extender el voto a las
mujeres bajo las mismas condiciones, esto es a las propietarias y no para lograr
el sufragio universal, que negaban a los hombres y mujeres del proletariado. El
llamado movimiento sufragista en Inglaterra estuvo dirigido por Emmeline
Pankhurst que fundó en 1.903 la Woman´s Social and Political Union (la Unión
Femenina Política y Social, WSPU). Secundada por sus hijas Christabel Pankhurst
y Silvia Pankhurst (ésta última fue finalmente expulsada del movimiento por su
madre y por su hermana por preocuparse en “exceso” de las necesidades de las
trabajadoras y tener amistades en los sindicatos ingleses, según Emmeline y
Christabel la obsesión por los sindicatos y los pobres era egoísta y estrecha
de miras). La filosofía de Christabel se resumía en su lema: ”Voto para la
mujer y castidad para los hombres”, era una especie de talibán al revés y
las feministas que hablan de liberación sexual debieran meditar sobre su
antecesora. Al estallar la 1ª Guerra Imperialista en 1.914, las feministas se
declararon como unas contumaces belicistas partidarias de la guerra hasta la última
gota de sangre, hasta la última gota de sangre obrera, pues la mayoría de los
soldados procedían de la clase obrera (¿dónde quedó la supuesta vocación
femenina por la paz?, otro tópico feminista que se va al garete). En septiembre
de 1.914, Mrs. Pankhurst realizó una campaña a favor del reclutamiento por
cuenta del gobierno, y Lloyd George se convirtió en su ídolo. Su revista, The
Suffragette, llevaba como lema: “Luchar contra el kaiser a favor de la
libertad es para las sufragistas un deber”, la libertad era el Imperio Británico
que sojuzgaba, sometía y esclavizaba a cientos de pueblos del planeta. Durante
la Guerra las feministas organizaron el reclutamiento de hombres para los
frentes y de mujeres para las fábricas de producción de armamento. Su
recompensa fue el derecho al voto para las mujeres mayores de treinta años en
1.918. Y una estatua de Mrs. Pankhurst en Victoria Tower Gardens inaugurada por
el Primer Ministro Stanley Baldwin en 1.930, como reconocimiento de la Corona
Británica a su contribución en la defensa del Imperio. Pero
fue el llamado segundo movimiento feminista nacido en los años 60 el más
nefasto de todos. Surgido
entre las jóvenes generaciones de burguesas universitarias fue de los primeros
movimientos que utilizó el victimismo histórico para reivindicar privilegios,
llamados discriminación positiva y política de cuotas. El victimismo es la política
que basada en supuestos o reales agravios infringidos en el pasado pide una
compensación en el presente para aquellos que nunca han sufrido agravio alguno.
Fue también de los primeros movimientos que teorizó sobre el
“identitarismo” que puede definirse como la política de dominación de los
grupos dominantes sobre los dominados y explotados en base a las supuestas
cualidades comunes de algún grupo determinado. Así los nacionalistas, los
grupos religiosos, las sexistas, los de orientación sexual, étnicos o
culturales se autoproclaman representantes de tal o cual identidad sin ningún
tipo de ratificación democrática, exigiendo tal o cual reivindicación que sería
gestionada por ellos sin ningún tipo de control. La política feminista ha
tenido éxito al conseguir que la cuestión de género se convierta en algo
transversal, es decir, determinante en cualquier cuestión. Y su mayor logro fue
conseguir la aceptación de la teoría de los llamados movimientos sociales según
la cual el movimiento obrero sería uno más frente a otros movimientos,
fundamentalmente el feminista, que tienen igual o mejor derecho histórico. Esta
teoría defendida por diversos grupos stalinistas y trotsquistas, influenciados
por los reaccionarios del mayo 68, ecologistas, verdes, pacifistas bélicos (Cohn-Bendit,
el rojo que después fue negro y más tarde verde y que en realidad siempre ha
sido pardo), ha sido un corrosivo que ha ayudado a la burguesía en la
descomposición del movimiento obrero. BASE
HISTÓRICA DE LA FALSIFICACIÓN DEL 8 DE MARZO Toda
buena mentira debe tener una dosis de verdad. Y la verdad sobre el mítico
incendio es que ciertamente no hubo un incendio sino varios en aquellos años de
principios del siglo XX donde perecieron varias decenas de mujeres. Así el 25
de noviembre de 1.910 hubo un incendio en una fábrica en Neward (New Jersey)
donde murieron 25 trabajadores, la mayoría chicas jóvenes. En
Nueva York el incendio más parecido al mito fue el de la fábrica Triangle
Shirtwaist Company que ocupaba tres pisos de los diez que componían el edificio.
Como tantos edificios no cumplía las más mínimas condiciones de seguridad
incumpliendo incluso las ordenanzas municipales. No era una situación
excepcional. Una investigación declaró que tras la inspección de 1.243
talleres, el 99% incumplía las ordenanzas y no tenían medidas de seguridad.
Escaleras defectuosas, puertas que se abrían hacia adentro, falta de escaleras
de emergencia, todo en edificios de madera donde se amontonaban cientos de
personas y se almacenaban materiales altamente combustibles. La
Triangle tenía unos quinientos empleados en su mayoría mujeres. Junto a un
pequeño número de trabajadoras norteamericanas la mayoría eran inmigrantes de
16 a 24 años, italianas, rusas, judías procedentes de los países del Este de
Europa. Muchas
de estas mujeres asistieron a los actos organizados por el Partido Socialista
Americano en febrero de 1.909, el primer Woman´s Day. Y el día 27 de
septiembre de 1.909 iniciaron una de las mayores huelgas en el textil hasta
entonces, más de 40.000 huelguistas. La huelga se extendió no sólo por Nueva
York sino por todo el país, Chicago, Rochester, Cleveland y Filadelfia.........
Las mujeres tuvieron que enfrentarse a la violencia de la policía y de los
matones contratados por los empresarios para romper la huelga. La huelga duró más
de 13 semanas y terminó el 15 de febrero de 1.910. Trescientas treinta y nueve
compañías aceptaron las reivindicaciones de las huelguistas, pero 13 se
negaron entre ellas la Triangle. Aunque la huelga fue un éxito a nivel general,
estas combativas mujeres que habían iniciado y animado el movimiento no
consiguieron los objetivos. Pero debemos fijarnos en especial en lo que se
consiguió: mujeres de distintas nacionalidades y religiones, judías,
protestantes, ortodoxas y católicas, se unieron por encima de toda división en
la defensa de las reivindicaciones de clase. Pero,
¿y el incendio? Durante la huelga no hubo ningún incendio. Pero
el 25 de marzo de 1.911 –más de un año después- sobre las 16,45 horas una
cerilla mal apagada prendió y el fuego se propagó con rapidez. Las telas y
colorantes, el edificio de madera, las puertas que no abrían hacia fuera
hicieron que las trabajadoras no pudieran escapar, además las mangueras sólo
llegaban al séptimo piso y los bomberos no contaban con escaleras tan altas. El
resultado fue 146 muertes, todas mujeres menos una veintena de hombres. Los
empresarios fueron juzgados por la falta de seguridad en el edificio y, a pesar
de haber incumplido la normativa, fueron declarados inocentes por un jurado de
propietarios. Hay que reconocer que no es cierto que los propietarios encerraran
a las obreras con llave ni que provocaran el incendio como dice la mentira
feminista. Es
importante comprobar que el primer Woman´s Day promocionado por el Partido
Socialista Americano se celebró dos años antes del incendio, y que ninguna de
las fechas en que se celebró el Día Internacional de la Mujer de la
Trabajadora coincide con la fecha del incendio, y que ninguna resolución de
ningún congreso o conferencia hace referencia a incendio alguno ocurrido en
Nueva York. EL
CONTEXTO HISTÓRICO DE LA FÁBRICA DE FALSIFICACIÓN BURGUESA La
revolución del 8 de Marzo de 1.917 iniciada por las mujeres trabajadoras
consiguió el derecho de voto para las mujeres reconocido por el Gobierno
Provisional burgués el 20 de julio de 1.917, haciendo de Rusia el primer país
de todos los que participaban en la Gran Guerra Imperialista que aprobaba el
sufragio universal femenino. La gran revolución proletaria comunista
bolchevique rusa designó a la primera mujer con responsabilidad gubernamental
de la historia, Alexandra Kollontai ocupó el puesto de Comisaria (cargo sinónimo
de Ministra) de Bienestar Social. Además se decretó la igualdad total entre
los sexos, el derecho a conservar los apellidos en caso de matrimonio (habrá
imbéciles que se reirán de esto pero es una forma de asegurar la personalidad
de la mujer, en los países donde la mujer debe cambiar su apellido familiar por
el del esposo supone la aceptación de una situación de superioridad del marido
que coloca su marca de propiedad sobre la mujer), se legalizó el aborto y se
prohibió la prostitución (esto quizás ofenda a los defensores de ese digno
comercio al que se dedican las/los trabajadores del sexo de hoy, a los que
insultan a las mujeres trabajadoras equiparándolas a las prostitutas). El
fracaso de la revolución proletaria en Alemania y el aislamiento consiguiente
de la revolución bolchevique en Rusia impulsaron a las tendencias
contrarrevolucionarias. Frente a las tendencias a la destrucción de la familia
y la moral burguesa contenidas en las leyes revolucionarias, el estalinismo,
expresión específicamente rusa de la contrarrevolución mundial, fomentó la
estructura de familia patriarcal poniendo trabas al divorcio y a la libertad de
la mujer, favoreciendo una moral sexual puritana y aboliendo el derecho al
aborto en 1.936. En 1.930 había suprimido el Departamento de la Mujer del
Partido Comunista (Zhenotdel) y convirtió el Día Internacional de la Mujer
Trabajadora en una copia del día de la Madre de los países capitalistas. La
política contrarrevolucionaria del estalinismo primero le llevó a la coalición
con los regímenes fascistas traicionando a la guerra civil española (en otro
momento explicaremos esta afirmación) y una vez comenzada la 2ª Guerra
Imperialista del lado nazi con el pacto Ribentrop-Molotov (en realidad
Hitler-Stalin) que decretaba la desaparición y repartición de Polonia, al
cambio de coalición imperialista tras el ataque alemán. En los dos casos
formaba parte de coaliciones imperialistas, y en los dos casos se comportaba
como un enemigo del proletariado internacional. Así
llegó el 8 de marzo de 1.944 y el estalinismo celebró el Día Internacional de
la Mujer Trabajadora con una de sus innumerables traiciones y falsificaciones.
Bajo la presidencia de la Señora Churchill se reunieron en Londres mujeres
prominentes y altamente respetables de la sociedad burguesa de los países
aliados, de las rusas y norteamericanas pasando por las chinas de la China
nacionalista del asesino Chiang Kai-shek. Al año siguiente, 1.945, se reunieron
en el Albert Hall de Londres bajo la presidencia de la Señora Roosevelt que
habló de “Mi Día Internacional de la Mujer”. Tenía razón, las mujeres
burguesas además de explotar todos los días a las mujeres trabajadoras habían
robado el 8 de marzo a las mujeres proletarias, al proletariado. Gracias
al estalinismo, al feminismo y a otros movimientos burgueses y reaccionarios,
hoy el 8 de marzo es un día de la esposa, debido a la bajada de la tasa de
natalidad, y a otros factores relacionados con los cambios en la estructura
familiar. Y también es el día en que las burguesas reivindican su derecho a la
igualdad de oportunidades para explotar a las trabajadoras y trabajadores, su
derecho a acumular capital con la explotación del proletariado. Todo ello con
el concurso de la cueva de bandidos imperialistas que es la ONU que, sancionando
la falsificación de la historia, declaró en 1.975 el 8 de marzo como Día
Internacional de la Mujer, suprimiendo “Trabajadora”, diciendo que “la
lucha por la igualdad de las mujeres es vista ahora firmemente en el contexto de
la amplia lucha por el desarrollo económico”, es decir, en el contexto del
desarrollo y la acumulación del capital. RECAPITULANDO La
leyenda que propagan las feministas es un intento para ocultar el origen
proletario del 8 de Marzo, cuyo objetivo es impedir que el proletariado sea
consciente de su situación y conozca su propia historia. En este caso es aún más
deleznable y despreciable que otras pues se trata de una falsificación que
tiene como objetivo apropiarse del sufrimiento de una de las partes más
explotadas y oprimidas del proletariado, del sufrimiento de las mujeres
trabajadoras, para poder conseguir una mayor parte de la plusvalía arrancada a
las trabajadoras y trabajadores en beneficio de una parte de la burguesía, de
las hembras capitalistas.
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